La hegemonía impuesta por el argentino Edgardo Simon se quebró ayer en la tercera etapa —la más larga— de la segunda Vuelta a Bolivia de Ciclismo, corrida entre Buena Vista (Santa Cruz) y Villa Tunari (Cochabamba), y ganada por el colombiano Edward Ortiz, refuerzo del equipo cruceño Yuasa.

La “era colombiana” —que se prevé dominará en la recta final de la carrera— comenzó en la etapa de 207 kilómetros con la aparición sorpresiva de Ortiz, quien utilizó más de cinco horas y media para cruzar la meta, escoltado por dos bolivianos, los primeros en subirse a un podio este año: Lenin Zubieta, del Z Sport de Cochabamba, y Deybi Reque, del Sinchi Wayra de Oruro, segundo y tercero, respectivamente, desbancando de esos lugares al argentino Daniel Díaz, del Glas Casa Real —cuarto ayer—, y al chileno Luis Sepúlveda.

La etapa de la víspera tuvo características similares a las dos primeras, porque se corrió en un terreno plano, ideal para Simon y compañía; pero para sorpresa de muchos los protagonistas fueron otros.

A pesar de ello, Edgardo Simon, quien había ganado las dos primeras etapas y además el Prólogo del primer día, conserva el primer lugar de la clasificación general, con escasos segundos de ventaja sobre Díaz.

Ortiz, Zubieta y Reque iniciaron una fuga cuando se habían recorrido unos 70 kilómetros

—el 30 por ciento de la distancia— después de una hora y 45 minutos de carrera. Los tres tomaron la punta y no la soltaron más.

Ortiz, quien rodó a un promedio de velocidad de 36,92 kilómetros a la hora, empleó un tiempo de 5 horas, 36 minutos y 23 segundos. Superó con cerca de tres minutos a sus escoltas: Zubieta (5h39’12”) y Reque (5h39’16”), y con 3h10’ al pelotón.

Cuando la distancia con el pelotón era de 30 segundos solamente, hubo algún intento para controlar la escapada; pero no pasó de ello.

Los 30 segundos de distancia fueron incrementándose con el paso de los kilómetros, primero tres, luego cinco, ocho, hasta llegar a los 13 minutos y 15 segundos —la máxima diferencia— después de tres horas de carrera.

Faltaba mucho para completar el recorrido, pero los hombres de punta se hacían cada vez más fuertes y mantenían la distancia.

Un kilómetro por detrás, los cinco hombres del colombiano Ebsa controlaban el pelotón, pero no había cuándo inicien el ataque, tal vez porque comprendieron —lo mismo que argentinos, mexicanos y los hombres de Glas Casa Real— que era poco lo que se podía hacer.

Gran parte del recorrido se realizó sobre un terreno seco, pero en los últimos 50 kilómetros empezó a llover, a momentos a cántaros, aunque ello no detuvo el andar de los hombres de punta, que comenzaron a sentir el esfuerzo de la escapada, pero valió la pena, y aunque las distancias se redujeron, supieron administrar la ventaja.

Ortiz rodó con sus escoltas 10 kilómetros bajo la lluvia y cuando la intensidad empezó a disminuir, hizo un último esfuerzo para iniciar la escapada solo, mientras el pelotón se acercaba a Zubieta y Reque.

El colombiano cruzó la meta solo, agotado pero feliz. Mucho más atrás los dos vallunos peleaban por el segundo lugar que al final le correspondió a Zubieta. La gente de Villa Tunari todavía ovacionaba a los dos cochabambinos, cuando el pelotón cruzó la meta solamente 15 segundos después.

No obstante de ser una etapa agotadora, la más larga está claro, fue pareja. Pues el ganador —Ortiz— le sacó una diferencia de solamente 4 minutos y 30 segundos al último clasificado, Jhimmy Lima (5h40’53”), de Sinchi Wayra.

55 ciclistas partieron ayer desde Buena Vista y el mismo número cruzó la meta en Villa Tunari; no es habitual que suceda una cosa así, más si se considera que se trataba de una larga y agotadora etapa; además ninguno de los deportistas excedió la seis horas en la clasificación.

La cuarta etapa y la más corta

Se correrá hoy entre Corani y la ciudad de Cochabamba. Si ayer fue la más larga de la competencia —207 kilómetros—, la de hoy será la más corta, solamente 113,7 kilómetros. Se correrá entre los 2.584 y 3.284 metros sobre el nivel del mar, aunque no se presentarán terrenos de montaña; por el contrario, será una etapa con constantes bajadas.

“Hicimos la fuga temprano y las fuerzas nos alcanzaron”

El colombiano Edward Ortiz participa por primera vez en una carrera ciclística en Bolivia y ya se estrenó como ganador de una etapa.

¿Cuál fue la clave de la victoria?

Aprovechamos que los argentinos no quisieron jalar desde el principio, porque era una etapa muy larga, por eso intentamos la fuga desde muy temprano, nos dejaron ir, a mí y a dos compañeros, y nos dieron las fuerzas hasta el final. Afortunadamente el clima se portó bueno, no hubo tanto calor y no nos deshidratamos demasiado.

¿La lluvia no perjudicó?

A momentos molestó en algo, pero afortunadamente en los últimos kilómetros paró y estuvimos tranquilos.

¿Cuánto sirve este triunfo?

No andaba bien en la general, con esto recortamos algo de diferencia para estar más cerca de la general, vamos a ver si alcanza para pelear por los primeros lugares.

Ganar con la tranquilidad que tú lo hiciste, ¿qué significa?

Rodamos juntos aproximadamente 100 kilómetros, pero faltando 40 para el final no quisieron trabajar (en grupo), entonces me vine en solitario, hice la fuga para buscar la etapa y lo logré. Sabía que se podía dar en cualquier momento un triunfo, por eso estoy muy contento, aunque también muy cansado.

¿Te sientes bien reforzando a Yuasa?

De maravilla, los compañeros me han acogido muy bien, se realiza un buen trabajo. El cuerpo técnico, los auxiliares, todos se portan muy bien conmigo. Hoy ha sido un trabajo individual, pero valió la pena.

La otra mirada

POCO INTERÉS

El ciclismo interesa poco o nada en Santa Cruz. La partida de los ciclistas ayer en Buena Vista se hizo casi en familia. Unos cuantos curiosos se acercaron para observar la salida de los deportistas.

OTRA COSA

Cuando la carrera ingresó en territorio valluno, y Bulo Bulo fue la primera localidad, el panorama cambió como por arte de magia. Mucha gente salió a la carretera para observar el paso de los pedalistas a los dos lados de la vía. Ni hablar de lo que pasó en Shinaota, donde un callejón humano recibió a los ciclistas; lo mismo sucedió en otras localidades, incluso hubo dos bandas militares que amenizaron con música el paso de los deportistas.

CLIMA

Después de dos días de sol intenso y altas temperaturas, el panorama climático de la Vuelta a Bolivia se modificó un poco. Hubo calor, sí, pero con muchas nubes, por eso en determinado momento del recorrido no faltó la lluvia, que a momentos se hizo un verdadero diluvio.

CONTROLES

Ayer, cuatro ciclistas pasaron por los controles. Los tres primeros de la etapa: Edward Ortiz, Lenin Zubieta y Deybi Reque; además del argentino Edgardo Simon, el líder de la clasificación general.

Los “héroes” de la tercera etapa fueron dos vallunos

Los “héroes de la carretera“ ayer fueron dos cochabambinos: Lenin Zubieta y Deybi Reque, segundo y tercer clasificados, respectivamente, en la tercera etapa.

Estuvieron cerca de tocar el cielo con las manos cuando junto con el colombiano Edward Ortiz iniciaron la fuga —kilómetro 70 aproximadamente— y en determinado momento la diferencia con el pelotón fue de 13 minutos y 15 segundos. Se pensó entonces en que cualquiera podía ganar; sin embargo, faltaron las fuerzas y los vallunos fueron cediendo terreno.

No ganaron, pero fueron recibidos como si lo hubieran hecho. Zubieta cruzó la meta y su gente, sus paisanos —en Villa Tunari— reconocieron su esfuerzo entre aplausos y ovaciones.

“Fue un gran esfuerzo para llegar en segundo lugar, es una recompensa al trabajo que realizamos. El lunes llegamos casi al final, pero fue el padre (Pérez) el que nos apoyó y por eso quiero dedicarle este segundo puesto a él”, dijo.

“Es una satisfacción especial llegar en este puesto en mi tierra (Cochabamba). Fue tan emocionante como cuando en la Doble Copacabana de 2007 gané una etapa, y una semietapa entre La Paz y Tiquina”.

Para Reque fue su primera vez en un podio en una carrera internacional que organiza el Grupo Fides.

“Es mi primer podio, gracias al trabajo que he realizado. He sacado cara por el lugar y también por el equipo Sinchi Wayra. Es especial el tercer lugar porque lo he conseguido con mi gente, quiero dedicar esto a Paracaya, Punata y el Valle Alto”.

Nada lo detuvo para estar arriba. “Cuando faltaban 50 kilómetros, estaba deshidratado, cansado, incluso con dolores en la espalda; pero quería darle esta alegría a la gente

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