“Es lo que quería”. Joaquim Rodríguez (Katusha) sonreía por fin y cumplía con su deseo y ansía de ganar una etapa en la Vuelta a España. El catalán lo ha conseguido en el Naranco gracias a un ataque explosivo a falta de un kilómetro.

Purito, pese a su exhibición, no estaba tan seguro poco antes. “Os prometo, aunque no lo creáis, que he dicho a los compañeros dos o tres veces que parasen porque se iba muy rápido, no me fiaba de mis fuerzas, no daba un duro por mí”.

Sin embargo, el Katusha ha decidido seguir al frente. “El equipo ha estado de diez, ¡muchas gracias a todos!, han estado de diez, tirando desde el kilómetro cero. El que menos creía era yo. El equipo ha decidido apostar a muerte y jugársela ”, reconocía.

“Estoy súper contento, he recuperado la sonrisa. Son de estas victorias que valen doble. Soy muy ambicioso y quería ganar. Mañana espero más, aunque con lo de hoy estoy muy orgulloso”, indicaba.

Sobre el Angliru es ahora más optimista ahora: "Es un final precioso para cualquier escalador, dejar la firma en esa cima es muy especial. El triunfo de hoy ha sido un golpe moral increíble. Espero estar a la altura y ganar".

Más complicado ve el triunfo final en Madrid. "Es muy complicado, aunque nos queda esa ilusión, ellos también están cansados, puede cambiar de todo, y el Angliru no perdona. Lucharé por estar lo más arriba posible en el podio. Vamos a soñar. Y tampoco descarto a Vincenzo"

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