03-11-2009 20:55:34
EL ASTURIANO, CAMPEÓN OLÍMPICO EN VIGOR, YA TIENE DECIDIDO SU OBJETIVO PARA 2010
Pese a que esta temporada sólo ha obtenido una victoria, Samuel Sánchez ha honrado los colores de campeón olímpico que luce en su maillot desde los Juegos Olímpicos de Pekín. Los puestos de honor conseguidos, en especial el segundo de la Vuelta a España, demuestran que está entre los mejores a nivel mundial
Tercer clasificado del ránking mundial, tras Contador y Valverde, lo que dice mucho y bueno en favor del ciclismo español; ganador del Gran Premio Llodio, segundo clasificado de la Vuelta a España y del Giro de Lombardía, tercero de la Vuelta al País Vasco y cuarto del Campeonato del Mundo y de la Flecha Valona, entre otros puestos de honor, no puede decirse que el asturiano Samuel Sánchez (31 años) no haya hecho honor al título de campeón olímpico.
"Mi rendimiento ha sido bueno, muy bueno en algunos momentos, como por ejemplo en el Campeonato del Mundo, pero no me hubiera venido nada mal ganar alguna otra carrera", explicaba en MARCA tras la presentación del Critérium de la ACP, en el que será uno de los grandes protagonistas y que se llevará a cabo el domingo en San Andrés del Rabanedo.
Samu, es obvio, ha sido uno de los grandes protagonistas de la temporada, especialmente del último tercio, el que comprende la Vuelta a España, el Campeonato del Mundo y el Giro de Lombardía. "No he obtenido los triunfos que esperaba, pero me quedo con el rendimiento que he tenido porque he estado peleando con los mejores". Sobre todo, en la Vuelta a España, en la que se quedó a sólo 55 segundos de Alejandro Valverde. "Las grandes vueltas siempre las gana el más regular, el que menos falla", dice refiriendose al murciano, "pero la caída que sufrí en Aitana me pasó factura al día siguiente, en el Xorret del Catí, y aunque después luché contra viento y marea por acercarme al liderato, Alejandro supo administrar muy bien la ventaja que me llevaba. Físicamente, sin embargo, estaba a su altura, aunque por las circunstancias mencionadas no pude estar más metido en la pelea", añade con tanta resignación como plena confianza en sus posibilidades.
Su primer objetivo, sin embargo, fue la Vuelta al País Vasco. "Ganar a Alberto (Contador) era complicado, pero no estuve lejos. Además, por una lesión no llegué todo lo bien que quería". Con más ganas si cabe se quedó en el Campeonato del Mundo. "La estrategia contó mucho", comenta de la cita de Mendrisio. "Purito hizo un carrerón y logró el bronce, pero aspirábamos al oro". Ese día, especialmente, iba como una moto. "Tenía unas piernas extraordinarias. Iba pensado: hoy es el día", pero se tuvo que conformar con el cuarto puesto.
También con la miel en los labios se quedó en Lombardía. "No acabo de rematar allí: ya llevo dos segundos y un tercero. Y tuve enfrente a un súper Gilbert, al que es muy difícil ganar al sprint por la potencia que tiene. Pero tengo que estar contento", se consuela, "porque he demostrado que estoy entre los mejores a nivel mundial".
La temporada aún no ha llegado a su fin -en su caso lo hará el domingo, tras el critérium de la ACP-, pero Samu ya piensa en 2010. "Antes de nada quiero irme unos días de vacaciones con la familia; luego, en la concentración del equipo, planificaremos la temporada, aunque yo lo tengo claro: el Tour, sólo el Tour, porque con una grande bien hecha es suficiente. El equipo, sin embargo, querrá que haga dos picos de forma", luego probablemente le veamos otra vez en abril luchando por la victoria en el País Vasco.
Sexto del Tour 2008, el líder del Euskaltel-Euskadi se cree capacitado para más. "Sueño con el podio del Tour, con eso y con ganar una etapa. Sé que es muy complicado, porque estarán Alberto, Andy, Armstrong, Evans, Alejandro y muchos otros, pero también sé que puedo estar a la altura". De entrada, el recorrido del Tour 2010 no le va nada mal. "Me gusta. Tiene una última semana muy dura, que es donde mejor suelo ir yo, y, al igual que la Vuelta, tres etapas durísimas seguidas", que son las de Ax-3 Domaines, Bagnéres de Luchon y Pau, en los Pirineos. "Después, tras un día de descanso, el Tourmalet y la última contrarreloj. Me gusta", repite ilusionado.
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