Clásico RCN
21-10-2009 01:18:11
Didier Chaparro (Liga de Ciclismo de Antioquia-Chaoyang-Coordinadora) se impuso en la cuarta etapa del clásico RCN-Comcel 2009 disputada entre Palmira y Armenia sobre una distancia de 155.3 kilómetros, después de atacar al grupo de veintiséis “titanes” que revolcó la carrera a falta de 20 kilómetros para la meta.
El sub 23 nariñense Darwin Atapuma (Colombia es Pasión-Café de Colombia) entró segundo y se puso la camiseta amarilla de líder tras igualar en tiempo con el colombo-dominicano Rafael Infantino (Une-Epm) y ganar tras el desempate por mejores puestos en la general de las tres etapas disputadas anteriormente.
La Etapa
La cuarta jornada del duelo de titanes salía de Palmira ante la constante amenaza de lluvia del invierno que por estos días azota a todo el país. La autopista que atraviesa el Valle del Cauca era de nuevo el escenario de una etapa que en sus primeros 100 kilómetros parecía un calco de la jornada de ayer.
En Amaime daba inicio el desfile de ataques cuando el Une-Epm todavía no controlaba el lote cediéndole el mando al GW-Shimano y al Colombia es Pasión-Café de Colombia. Fugas de todos los colores y sabores se intentaban en las autopistas vallunas. Cuartetos, sextetos, tríos, solitarios, eran solo una parte de la variedad de escapes fallidos ante un lote que como un tiranosaurio se tragaba todo lo que le corría por delante.
Solo las Metas Volantes le daban picante a una rápida etapa que mostraba un lote transitando a mas de 50 por hora. El Cerrito, Buga y Tuluá eran los escenarios de los sprints intermedios que eran aprovechados por corredores para intentar partir del lote que solo les daba algunos segundos para soñar antes de absórbelos.
La MV de Bugalagrande traía por fin alguna dosis de emoción cuando Mauricio Ortega junto al campeón nacional, Oscar Álvarez, lanzaban la primera salva del Une-Epm comandando una escapada que saltaba las alarmas del lote que no permitía que un “gallo” tan bravo como Ortega los madrugara.
El lote compacto pasaba por La Paila entrando a los columpios que los llevarían a Armenia y Juan Pablo Wilches (Néctar de Cundinamarca) casi sin querer provocaba una acción que puede resultar definitiva para esta edición del duelo de titanes. El hijo del legendario Pablo Wilches lanzaba el diezmillonésimo ataque solitario del día pero pronto se encontraba sorprendido a su rueda con la plana mayor del Une-Epm que rompía la etapa en mil pedazos.
Los demás “capitanes” respondían el ataque llevándose consigo hombres de confianza lo que mostraba a toda la baraja de candidatos al título reunidos en un toma y dame cuando restaban menos de 25 kilómetros para la meta. El lote donde ya solo restaban “marineros” se resignaba a su suerte con las dos joyas de la corona del EBSA, Libardo Niño y Freddy Gonzáles, que maldecían su falta de atención e intentaban formar una persecución que ya nunca se daría.
El “leñero” entre los veintiséis de punta era espectacular con Ortega, Báez, Infantino y Suárez dando golpes a diestra y siniestra que respondían incólumes Sevilla, Duarte, Montaña, Javier Gonzáles, “Paco” Colorado y Juan Diego Ramírez por solo nombrar algunos de los “generales” involucrados en el duelo a muerte.
La Meta Volante de La Tebaida a 15 kilómetros para la meta mostraba una lucha a barzo partido entre Fernando Camargo y Mauricio Ortega que traían por detrás al joven corredor nariñense Darwin Atapuma que mostraba el brío adquirido en una temporada principalmente disputada en Europa.
Por momentos la batalla entraba en una tensa calma que se encargaba de romper Didier Chaparro (Liga de Antioquia) que se jugaba el todo por el todo ante una verdadera leonera. Chaparro lograba rápidamente una ventaja ante el lote élite que se confiaba y no le perseguía en una clara marcación entre los titanes de este Clásico.
Chaparro no paraba hasta la meta donde llegaba dedicándole el triunfo al cielo y seguido a siete segundos por la sorpresa de la etapa, Darwin Atapuma, que en una gran jugada de los de Luis Fernando Saldarriaga se iba por el liderato ante el fuerte marcaje del que eran objeto Fabio Duarte y Luis F. Laverde.
El colombo-dominicano Rafael Infantino, predestinado a continuar el monopolio de la camiseta amarilla del Une-Epm, llegaba a 13 segundos lo que le daba un empate en tiempo con Atapuma que se dirimía por puestos en la general de las tres etapas disputadas.
Los “elegidos” a luchar por el trono llegaban casi juntos, sin hacerse daño y guardando fuerzas para la brutal etapa de mañana que atravesará el puerto fuera de categoría en el Alto de La Línea. La jornada definitiva por excelencia en Clásicos RCN y Vueltas a Colombia ascenderá el puerto por el lado que muchos consideran “amable” en un trazado de 155 kilómetros que unirá las capitales de Quindío (Armenia) y Tolima (Ibagué).
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