Naranco

03-05-2009 21:56:02

EL CORREDOR FRANCÉS CULMINÓ UNA LARGA ESCAPADA DE 120 KILÓMETROS

El portugués Nuno Ribeiro y el español David López le escoltaron en el podio

El francés Romain Sicard (Orbea) se impuso en la 43ª edición de la Subida al Naranco con un tiempo de 3 horas 56 minutos y 27 segundos tras culminar con éxito un ataque realizado a más de 120 kilómetros de meta.

En el podio le acompañaron el portugués Nuno Ribeiro, del Liberty, y el español David López, Caisse d'Epargne, que reaccionaron demasiado tarde y no pudieron alcanzar al joven corredor, que logró así su primera victoria como profesional.

Sicard abandonó la disciplina del pelotón muy pronto con un ataque en el primer alto puntuable de la jornada, el de La Gargantada (kilómetro 20) en compañía de otros tres ciclistas, el británico Matthew Brammeier (Anpost Kelly), el esloveno Grega Bole (Amica Chips) y el español Carlos Nozal (Liberty). Juntos fueron abriendo camino mientras el pelotón les dejaba hacer, confiado en que la reacción final daría al traste con la fuga.

La diferencia llegó hasta los nueve minutos a la altura del kilómetro 60 de carrera y, a partir de ahí, fue disminuyendo poco a poco debido al trabajo de los distintos equipos. Antes de ascender el segundo alto de la jornada, el de Orlé, Brammeier tuvo que decir adiós a sus compañeros de fuga al ser incapaz de seguir su ritmo.

Ataque definitivo
A la altura de Santo Emiliano (kilómetro 110) aventajaban en cinco minutos a un pelotón que iba poco a poco recortando la distancia. Sicard lanzó entonces una ataque parecía demasiado temprano pero que a la postre sería el definitivo.

Ni Bole ni Nozal pudieron seguir al corredor del Orbea que se plantó en las primeras rampas del Naranco, ya en Oviedo, con dos minutos de ventaja sobre un trío perseguidor que se había escapado del pelotón en el Alto de la Manzaneda (kilómetro 134) formado por Nuno Ribeiro, David López y Víctor Hugo Peña (Rock Racing).

Bien dirigido desde el coche por su director, Álvaro González de Galdeano, Sicard supo regular sus fuerzas y aguantar las embestidas del grupo perseguidor para llegar a la cima ovetense con tiempo suficiente para poder festejar su primero triunfo profesional.

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