Volvió a atacar a Van Garderen, que perdió el liderato en los 2 últimos kilómetros
Beñat Intxausti no pudo estar con los mejores y finalmente acabó 4º en la general

Chris Froome logró dar la vuelta a la situación en Modane Valfréjus con un poderoso ataque en el último puerto ante el que nada pudo hacer Van Garderen, que cedió el liderato en el último suspiro. El británico del Sky sumó su segundo triunfo consecutivo y su segunda victoria en un Critérium Dauphiné después del que logró en 2013. Rui Costa completó el podio y Beñat Intxausti terminó cuarto.

Ya avisó de sus intenciones a los pies del Mont Blanc con un potente ataque final que le dio su primer triunfo en esta edición. Y hoy, domingo, terminó de apuntalar su obra maestra. Chris Froome volvió a dar un recital sobre la bicicleta. Aprovechando una vez más la labor de su equipo (especialmente de Wouter Poels), el líder del Sky eligió de nuevo el mejor momento para sentenciar la etapa y la carrera.

Como estaba previsto, todo se decidió en el último puerto del día, el Modane Valfréjus (1ª). En las primeras rampas, Cummings, del MTN-Qhubeka, era cabeza de carrera en solitario al ser el único superviviente de la fuga. Por detrás, Alejandro Valverde, que había atacado en el descenso del anterior puerto, el Côte de Saint-André (3ª), intentó la machada. Pero fue inútil. El Astana, con Nibali al frente, se puso a tirar para cazar al murciano. Una maniobra poco entendible puesto que el del Movistar Team no era amenaza para la general y porque Nibali tenía imposible conquistar la carrera.

Todavía fue menos entendible cuando el siciliano, una vez cazado Valverde, se apartó y se dejó llevar para terminar descolgado a las primeras de cambio. El Sky entonces tomaba en mando y fue el culpable de acabar con las aspiraciones de Cummings. Llegaba entonces el momento de los favoritos. Froome, con el cuchillo en la boca, volvió a atacar casi a falta de la misma distancia que ayer, a 2,5 kilómetros de meta.

Pero esta vez el desenlace fue todavía mejor para el del Sky. Van Garderen salió a por él y logró mantener una distancia que le daba la victoria final. Era un tira y afloja donde Froome no cesaba en su empeño y seguía apretando sentado en su sillín y con su ligera cadencia de pedaleo. El del BMC entonces empezó a sufrir y vio cómo detrás Simon Yates echaba el resto para cazarle junto a Rui Costa. Pero ya estaba todo sentenciado. Froome cruzaba la meta y Van Garderen ni siquiera pudo luchar los segundos de bonificaciones que en cualquier caso tampoco le habrían servido. Así se resolvió una emocionante Dauphiné, con un Froome en un gran estado de forma y dando un serio aviso a sus rivales de cara al Tour de Francia.



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