31-01-2014 04:19:17
Tienen 27 años y ha comenzado su sexta temporada en la élite con el Movistar Team. Andrey Amador estima que ha llegado su hora y dar un paso definitivo en su carrera. Su apuesta no es cualquiera y es que el ciclista costarricense apuesta por brillar en las clásicas flamencas. El año pasado rozó el segundo puesto en la Gante-Wevelgem por detrás de Peter Sagan, fue cazado a 50 metros de la meta y acabó décimo. Una actuación que recompensó su dedicación y que le convenció de que podía brillar en este tipo de carreras. Por eso, este año redobla su desafío y se ha preparado más físicamente fuera de la carretera.
Amador confirma su calendario, Mallorca, Haut Var, Strade Bianche, Roma Maxima, Tirreno-Adriático, Milán-San Remo, GP Nobili, Gante-Wevelgem, E3 Harelbeke y Tour de Flandes. Y señala qué pruebas tiene especialmente en su mente. “Estas últimas son carreras que quiero estar al 100%. Espero estar muy bien y es lo que tengo entre ceja y ceja. No tengo un objetivo claro pero sí quiero apostar por las clásicas y el primero será la Tirreno. En este equipo todos tenemos nuestra oportunidad. La París-Roubaix está en duda y después correré el Giro de Italia”, resume.
Las clásicas flamencas son su principal anhelo de la temporada. “Para mí son un sueño, desde que empecé en el ciclismo me gustaban las clásicas, siempre me ha encantado las carreras en Flandes, el tiempo, la tensión, cómo se vive… Son pruebas que exigen el 100% al cuerpo y requieren suerte”, explica. Por ello, apuesta por ellas más que nunca en todos los sentidos. “El primer paso es apostar por creérmelo. Me gustaría ir antes allá, probar el terreno, creo que es importante saber los puntos clave. Sé que es difícil porque es el objetivo de grandes corredores muy consolidados, pero por algo hay que empezar. Tengo que ganar algo, ya estoy en la edad. Me he preparado mucho a nivel físico, para estar más fuerte, apostando más por las clásicas de un día. Ojalá pueda conseguir resultados. Será difícil en una carrera como Flandes, pero con Gante o Harelbeke me conformaría”. Después de las clásicas, regresará al Giro de Italia donde logró su primera victoria profesional a lo grande en Cervinia en 2012. “Es una carrera que la conozco y de la que tengo un muy buen recuerdo. Me gustaría ayudar a Quintana al 100%”, asegura.
No son hasta marzo las clásicas del pavé pero comenzó a entrenar en diciembre en Costa Rica, con una preparación diferente a la de otros años, con menos bici y sí la práctica de otros deportes. “Una buena preparación empieza por un buen descanso. Y eso es lo primero que hice. Siempre he sido un poco cabezón con los descansos. Acompañaba a los amigos y ex compañeros a la Vuelta a Costa Rica y cuando me daba cuenta no descansaba nada. Este año estuve un mes y medio en el que me olvidé de la bicicleta, casi que la escondí. En las clásicas hay que tener corpulencia, tener un buen tronco. He hecho una muy buena preparación, nadando, caminando, incluso simulé esquí de fondo, mucho gimnasio, bastante más que otros años, trabajando los abdominales y la parte superior, y creo que eso se va a notar. Al principio cuesta empezar, se nota uno más pesado, pero a la larga yo creo que vendrá el beneficio”, destaca. “Antes solo era bicicleta y olvidaba otras cosas. Llevo realmente muy poco de bici y de otros deportes muchísimo. La mente está muy fresca y me encuentro muy bien”, añade.
Su primer test en el Tour de San Luis no pudo salir mejor, fue uno de los lugartenientes de Nairo Quintana, vencedor final, y personalmente fue quinto en la contrarreloj, solo superado por su compañero Malori, Phinney, Giacinti y Warbasse. “Es el inicio de temporada y siempre tienes dudas. La primera carrera del año con dos etapas y la General, y un equipo sólido, es pera estar contentos, y supone una motivación y la confirmación de lo que se avecina. Pienso que es el inicio de un gran año”, dice sobre la ronda argentina. “Venía muy verde y la verdad es que fue una sorpresa rodar rápido y ojalá que vaya a mejor y así creo que va a ser”, asevera. Sobre el ciclista colombiano no tiene más que elogios. “Nairo es un corredorazo, tiene todo lo que un gran ciclista necesita; no solo las piernas, sino la cabeza que tiene, el compañerismo, el ambiente, la humildad que le caracteriza. Es un gusto trabajar para él y en su caso, además, remata con mucha facilidad”, zanja.
Costa Rica arropa a Amador, los medios de comunicación y la afición, y él se muestra muy satisfecho. “Es un país que se ha volcado conmigo por el ciclismo a pesar de no tener una historia. Sentir ese apoyo es algo bonito e importante para mí de mi país donde uno tiene todo. Estoy muy agradecido. Lo veo como una motivación no como una presión. Ojalá pueda devolverles todo ese cariño y esa confianza y se puedan sentir orgullosos”, finaliza.
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