El alemán se escapó con la bajada de bandera y sólo fue rebasado a 25 metros de la meta de Cáceres tras 175 kilómetros en solitario. El Saxo logró su segunda victoria.

El danés Michael Morkov dominó el segundo sprint masivo de la Vuelta a España, pero su triunfo no le erigió como héroe de esta sexta etapa (Guijuelo-Cáceres, 175 km). Esa honorífica etiqueta se la colgó Tony Martin, que arrancó la moto con la bajada de bandera y no cedió hasta que restaban 25 metros para la línea de meta. La tentativa del alemán, doble campeón del mundo de crono, murió en la orilla después de 175 kilómetros de aventura: es decir, la totalidad del trazado menos el suspiro final. Vincenzo Nibali sigue líder, sin sobresaltos.

Tony Martin se marcó una contrarreloj desde la salida, seguramente con la cabeza más puesta en un test para el Mundial que en la victoria de etapa. Javier Guillén prácticamente no había bajado aún la bandera cuando el alemán arrancó en el kilómetro cero. Al pelotón no le hacía gracia que un galgo como Martin tomara ventaja y durante la primera hora rodó tras él a un promedio de 46 km/h. Incluso Marco Pinotti, campeón de Italia de crono, pretendió enlazar con el líder del Omega Pharma, pero no pudo. Tony Martin es mucho Tony Martin.

El alemán llegó a alcanzar una ventaja de 7:24 minutos (km 26). “Ya caerá”, debieron pensar en el pelotón. Pero Martin, además de ser un rodillo sobre pedales, también sabe dosificar. En algunos tramos parecía que jugaba con el gran grupo: en los últimos kilómetros mantuvo el pulso con apenas una quincena de segundos. Cuando cruzó bajo la ‘flamme rouge’, el triunfo parecía suyo. Faltaba el último arreón de los sprinters. Y de repente apareció Fabian Cancellara, cuatro veces campeón mundial de contrarreloj, su gran rival para el Mundial, y recortó la distancia lo suficiente como para aguar la fiesta de Martin, que al final entró séptimo.

Cancellara fue el perro del hortelano: ni ganó (se clasificó tercero), ni tampoco dejó a Martin. El triunfo fue para Michael Morkov, un pistard que fue campeón mundial de americana en 2009 y plata olímpica de persecución por equipos en Pekín 2008. El danés normalmente no se mete en las llegadas masivas, pero aquí lo intentó porque, ante la ausencia de los grandes velocistas, era el más rápido de su equipo… y esta vez también de la Vuelta. Con esta victoria, el equipo Saxo ya suma dos etapas, tras la conquistada por Nicolas Roche en Monte da Groba. Gran botín en ausencia de Alberto Contador.

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